Esta ha sido sin duda de mis mejores lecturas del año pasado, y por una llana y simple razón, me ha generado ganas de leer fantasía, género que yo antes no leía. Aquí encontramos a Jack, que va a volver a la isla que le vio nacer, pero que abandonó para ir al continente a estudiar como bardo, por petición de la hija del jefe del clan, pues están desapareciendo niñas, y se necesita descubrir la verdad. . Nos vamos a encontrar con un mundo rodeado de magia, pero una magia distinta de la que conocemos o nos esperamos, y es una magia que está presente en la ropa, en la tierra, las armas, el agua...una isla con dos clanes enfrentados, espíritus y música que puede llamarlos, y todo aderezado con una historia de amor que se cuece a fuego lento, pero de una forma preciosa. No se qué decir, porque sinceramente no le encontré ningún fallo a este libro, y eso es difícil en mí, siento que no le sobró ni una página y que tiene un ritmo constante de acontecimientos que hace que, sin que te encuentres en un thriller trepidante, no dejen de pasar cosas, y siempre estés alerta. Otro punto positivo que he encontrado, es que nos encontramos en una bilogía, ciertamente no soy fan de las sagas eternas con libros introductorios, libros paralelos y demás fórmulas para estirar el chicle, lo bueno, si breve, dos veces bueno, y esto lo cumple a la perfección. Si te gusta la fantasía, con una historia y una tramas bien construidas, y quieres leer algo que no sea romance, este libro desde luego es para tí. |