La secuela me ha gustado incluso más que el primer libro. Me encanta cómo se ha ahondado en las consecuencias y en la evolución más natural tras una rebelión. El libro está plagado de escenas preciosas, escenas cálidas, pero también de escenas horribles, de incertidumbre, de sospecha. La historia está muy bien tramada, y el romance (que no le quita nada de protagonismo al arco principal. BIEN) está muy bien hilado también. Personajes coherentes consigo mismos pero que evolucionan a raíz de sus vivencias, con dudas, con sombras. Una bilogía que he disfrutado muchísimo. |