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Es el año 1955 y el inspector Ernesto Trevejo, de la Brigada de Investigación Criminal de la policía de Madrid, recibe el encargo de investigar cuatro crímenes en un pueblo de la sierra madrileña donde la guardia civil no ha podido hacer muchos progresos. Nos encontramos otro libro con una ambientación increíble, donde el caso es importante, pero pronto se ve engullido por el momento histórico donde trascurre. En 1955 las consecuencias de la guerra y su espiral de violencia ya han pasado, el régimen franquista está perfectamente situado y España y sus habitantes se encuentran en un momento de silencios y de cabezas agachadas y donde todavia quedaban heridas abiertas, sin embargo ya se podian atisbar los primeros síntomas de prosperidad. Aunque no en todos los lugares, en las zonas rurales la pobreza y el caciquismo seguían instaurados y habisn sido excluidas del progreso. Tenemos cuatro crímenes bastante crueles y un investigador perspicaz, Trevejo es un hombre culto, inteligente e intuitivo, y algo que me ha llamado la atención y que difiere de otras novelas ambientadas en el mismo momento histórico, es un policía que no se implica, no se posiciona hacia ninguno de los bandos. Aun así, a través de sus ojos veremos todas las desigualdades e injusticias del momento. Como digo, la ambientación es magnífica, es un libro muy visual donde es muy fácil imaginar el ambiente gris que envuelve la época, y donde además, la trama ha sido muy bien llevada y mejor resuelta. Tal vez me hubiera gustado más profundidad en nuestro protagonista, del que poco sabemos y por eso me he quedado con ganas de continuar con los siguientes casos de inspector. En resumen, buen debut de este autor en la novela negra. Han pasado 8 años desde este primer libro y seguro que su evolución ha sido brutal, desde luego, yo seguiré leyéndolo. . |
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