Verano de lobos

“Enterrado no era la palabra correcta, el cuerpo solo estaba en parte oculto bajo ramas, musgo y matojos. Habían colocado algunas piedras no muy grandes encima para que nada se moviera del sitio. La persona yacía bocarriba y uno de sus brazos asomaba por debajo de la maleza.” ~ Verano de lobos de Hans Rosenfeldt.

Primer libro de lo que parece ser que va a ser una saga con lo cual llamémosle “libro de arranque” y ya sabemos todos que los comienzos cuestan más: hay que conocer el lugar, los personajes principales, sus historias y aprender a diferenciar quienes corresponden a la historia principal y cual a la del libro. En Verano de lobos, esta última se centra en la aparición de unos restos humanos en el estómago de un lobo muerto. El equipo de investigación dirigido por Gordon se encarga de la búsqueda del cadáver y a partir de ahí se abre la investigación.

El lector conoce pronto quién es el fallecido, qué ha pasado y quién ha sido el culpable pero el libro no deja de tener interés porque vives con ansia qué va a pasar: si el gato se va a comer al ratón o si va a llegar antes el perro a detenerlo todo.

No me puedo explicar mejor porque no voy a desvelar toda la trama pero os informo que tengáis paciencia con las primeras cien páginas porque, como os digo, es comienzo de saga y hay mucho que conocer así que se pueden hacer un poco lentas.

A mi me ha gustado, con esas limitaciones que os comento, y me ha gustado un detalle en particular y es que en esta historia hasta la propia ciudad de Haparanda, que da el nombre a la saga, es un personaje del libro.