Anne es la Cenicienta de esta historia. No es una rosa delicada. Pero sí una gran luchadora. Ella, tras la muerte de su padre, no ha tenido mucha suerte en la vida. Sí, por su madrastra. No podía faltar en esta historia. También tendrá su Hado Madrino particular. Por supuesto, no podía faltar ¡el príncipe! Qué hombre. Aunque en ocasiones admito que me hubiese gustado darle con la sartén en la cabeza. Porque es un poco gruñón. Es el 5° libro que leo de esta autora, de los 25 que tiene. Ya va quedando menos de momento🤣. La pluma de la autora tiene algo que te facilita a la hora de adentrar en esta historia. Es una de sus grandes virtudes. Quiero seguir leyendo más libros de ella. Os la recomiendoNaN. |