La aparición de una desconocida en un contenedor en el puerto de Barcelona es el pistoletazo de salida. Quién es esa persona, qué esconde, de dónde viene... Nos encontramos frente a una novela, corta, donde la acción empieza en el título y no acaba hasta la palabra fin. Te mantiene pegado a sus páginas y si bien es cierto que, cuando llegas a la mitad del libro, el lector ya sabe quién es quién, no es motivo para que pierda el interés por seguir leyendo. Barcelona y Lyon serán los lugares donde simultáneamente se sitúa la investigación. Los inspectores Anna Ripoll y Érik Zapori unirán esfuerzos por resolver un caso, dónde se combinan la trata de mujeres, asesinatos y corrupción. Este experimento nos ha recordado lo maravilloso de la pluma de Rosa y nos ha descubierto a un autor que parece muy interesante. Somos conscientes que hay mucha gente a quien les ha resultado corta en exceso. Obviamente, nos habría encantado leer muchos más capítulos, pero solo porque siempre queremos leer más, si quien teclea es Rosa Montero. |