Publicada en 2011, en plena crisis económica, está cargada de crítica. En el primer capítulo no sabes muy bien de qué está hablando o a dónde quiere llegar, pero en seguida te atrapa con el habitual estilo del autor, plagado de morbo y tensión, rayando incluso la violencia y pasajes poco agradables. No le falta de nada. Para pensar y reflexionar.
|