Después de una infancia como amigas inseparables, se encuentran otra vez al cabo de 10 años en Cudillero. Elsa preocupada por su hermana va a visitarla y se reencuentra con Llara. Entre ellas parece que todo vuelve a ser tan efusivo e impulsivo como antes, pero Llara ya no ve a Elsa exactamente como antes, sus sentimientos por ella van creciendo a pasos agigantados a medida que pasa tiempo con Elsa. Pero Elsa no sabe lo que siente, ella siempre ha estado con hombres, y Llara le hace sentir algo que nunca había sentido. La historia comienza con escenas del libro anterior pero con otros protagonistas y otros puntos de vista. Eso ayuda a recordar escenas del libro anterior si no lo tienes fresco. La narración está dividida entre Llara y Elsa. Los personajes están muy bien construidos, sientes que los conoces y que forman parte de tu vida. La historia es muy bonita, de amor dulce, de miedos y dudas internas a superar. Elsa necesita pensar en si misma, sentirse bien para poder avanzar y ser feliz. Llara aprender a tener paciencia y no presionar aunque le duela y desespere. Es una novela más bien tranquila, que se lee muy bien y de forma ágil, donde lo importante es el bienestar personal para poder mejorar en la vida. de introspección y sentimientos. Por supuesto, hay momentos divertidos, alguna disputa y pasión. Aunque a mí me ha faltado un poquito más de chispa. Ahora solo nos queda esperar a que Bras nos abra su corazón. |