Pararía el mundo

Que no los veas no quiere decir que se hayan ido. Solo que ahora viven en ti y en tu corazón. Viven en todos los momentos en que sus caras aparecen en tu mente, todos los recuerdos que compartís y todas las veces que pronuncias sus nombres. Y, aunque te sientas solo a menudo, ellos van a estar contigo siempre.

No te conozco demasiado, pero si lo justo para saber que te gustaría borrar todo lo que hiciste por ella y haberte dado cuenta antes. Creo que no deberías arrepentirte de haber dado lo que podías por esa relación; eso solo habla del miedo que te da volver a sentir. Y yo no quiero que eso te dé miedo, porque no hay sentimiento más sincero y que merezca más la pena ser vivido.

Los objetos o los lugares que asociamos con esas personas nos recuerdan que siguen aquí

Es como bailar, cantar o escribir. En todo hay una belleza diferente según quien lo practique. La fotografía no es distinta porque tú intentas plasmar en una imagen la belleza de lo que tienes delante, ¿no? (...) Eres un artista aunque no te consideres uno. Les pasa a muchos cantantes, bailarines y escritores. No es fácil ver le talento propio. Pero eso solo habla del gran corazón que tienes en el pecho.

Habla con él de lo que tengáis que hablar, desahogaros, llorad, discutid, reíos, besaos si así lo sentís. Necesitáis sacar muchas cosas. Eso no acabará hasta que ambos aceptéis que podéis estar con otras personas sin que le duela al otro. Es difícil porque siempre queda una pizca de esos sentimientos, pero no se trata de poseer a una persona, sino de verla eliz. Y creo que los dos queréis ver feliz al otro.

Me di cuenta de que, por mucho que disfrutara los momentos felices, estos desaparecerían en mi memoria. Y retratarlos en una imagen casi hace que vuelvan a suceder. (...) Muchas veces no nos acordamos a menos que veamos una foto, un suvenir o alguien más lo mencione. Las fotografías son un almacén de recuerdos, sobre todo si lo que muestran es alguien que ya no está. Cuando miramos esas imágenes podemos recordar la música que sonaba en ese instante, las carcajadas o acciones de antes o después de la foto. ¿Por qué me dediqué a la fotografía? Porque creo que necesitamos algo que nos recuerde en nuestros peores ratos los momentos felices que hemos vivido.

Entregaría mi alma si volviera a enamorarme. Aunque sufra mil veces más, aunque en todas saliera mal... seguiría haciéndolo, porque no sé querer de otra manera.

Hay heridas que nunca curan y tenemos que aprender a vivir con ellas. Nos recuerdan que estamos vivos y somos capaces de sentir.

Cuando perdemos a alguien, no solemos pedir ayuda, pero eso no quiere decir que no la necesitemos.

Hay heridas que nunca curan y tenemos que aprender a vivir con ellas. Nos recuerdan que estamos vivos y somos capaces de sentir.