En esta parte continuamos con la vida de Nivi en la actualidad. Han pasado al rededor de quince años entre un libro y otro y muchas cosas han cambiado, pero Nivi sigue siendo la misma, con sus miedos y sus sentimientos. Ahora Nivi cree estar en un momento plano de su vida, tiene un trabajo estable, una casa llena de gente, unas amigas increíbles y una rutina que la hace sentirse bien. Con lo que no cuenta es con que su pasado vuelva y haga que todo lo que creyó muerto y enterrado cobre vida de nuevo con mayor facilidad de lo pensado. Pero ha pasado mucho tiempo y el miedo a que te hagan daño es uno de los más fuertes, además comienzan a salir a la luz los secretos mejor guardados de todo Kenai. La novela se lee muy rápido y engancha, es de esas novelas de las que no puedes desconectar, que necesitas seguir leyendo y al mismo tiempo no quieres que se acabe porque los personajes son tan geniales y maravillosos que no los quieres dejar ir. Pero una vez terminada solo nos queda esperar a la siguiente novela que nos lleve a ese pequeño pueblo de Alaska en el que se viven tantas historias emocionantes. La autora se pasa un poco con hacerle pasar tan por tantos malos ratos a nuestra adorable Nivi, pero se resarce con ese bonito final. Es una lástima que Nora no salga o se hable más de Nora, aunque comprendo que apenas esté presente en estos libros. Me ha dado pena que se termine, espero que no nos haga esperar demasiado con Becca. |