Una historia navideña de las que te remueven el alma. Carlos y Ariadna, cada uno con su "especial condición", son perfectos el uno para el otro, pero sus inseguridades son la sustancia de la historia, sin ellas no habría argumento. Como tampoco lo habría sin Conan, es el personaje más increíble que he visto desde hace tiempo Parece un cliché que dos personas así puedan encontrarse y encajar tan sólo porque cada uno no puede ver el defecto del otro, pero está escrito con tanta sensibilidad y cariño que es imposible quedarse sólo con eso. |