Estrella oscura

No recordaba que esta novela existía hasta que la editorial lanzó un sorteo que tuve la suerte de ganar y como siempre, no se me pasó por la cabeza leer el argumento. Tan solo sabía que contenía una trama de viajes en el tiempo y con eso es suficiente para mí para que me interese leer una historia, más si es juvenil. Tampoco es que llevara una idea clara de qué me encontraría y aunque llevaba la mente abierta por completo para llevarme una buena sorpresa, inconscientemente creo que llevaba más expectativas de las que creía porque al terminar me ha dejado una sensación muy plana pese a que parte de una premisa muy original y la desarrollar de forma poco habitual.
La historia comienza presentándonos a Dorothy, una ladronzuela de principios del siglo XX, hija de una mujer fría y estricta que solo quiere que encuentre un buen partido como marido a través de sus triquiñuelas de estafadora. Dorothy no está dispuesta a casarse y en el mismo día de su boda consigue huir, literalmente, corriendo por el campo con el vestido de novia puesto. Y así, esquivando zarzales, ve como un artefacto volador se estrella en medio de la nada y del aeroplano desciende un accidentado piloto. Tras una breve conversación sin ningún sentido para Dorothy, la chica logra escabullirse como polizón en la nave cuando el aviador logra volver a ponerla en funcionamiento. Cuando llegan a su destino, nos damos cuenta de que Ash es en realidad un viajero del tiempo al que le da una taquicardia cuando descubre que se ha traído sin querer a una chica del pasado a su devastado siglo XXIII.
Como suele ocurrir en las novelas que intentan teorizar sobre el futuro, las cosas no han ido bien en la Tierra en los últimos siglos y las consecuencias del cambio climático han sido desastrosas para el planeta. El futuro que presenta no es nada halagüeño y aunque es algo muy visto en la ficción, me sigue encantando descubrir cada particular visión que me voy encontrando. En este caso, hay que añadirle que los protagonistas tienen la posibilidad de que llegados a ese punto, pueden retroceder en el tiempo para intentar cambiar las cosas antes de que no haya vuelta a atrás. Me ha gustado mucho cómo la autora va desgranando a través de los diarios del científico de turno que llega a ese descubrimiento y cómo va teorizando y experimentando hasta lograr poner en marcha al pequeño grupo de expedicionarios en el tiempo, aunque por otra parte esta idea tampoco es tan original si lo pienso bien, así que en realidad gana puntos por la manera en que se nos plantea todo más que por lo que se nos plantea.
Sin embargo, creo que donde más ha patinado para mí has sido en la personalidad de los dos protagonistas. Ambos personajes son correctos y cumplen la función, aunque debo decir que he notado la química entre ellos bastante forzada para mi gusto. Dorothy tiene conductas demasiado infantiles por un lado mientras que por otro se toma bastante bien eso de aparecer en el futuro de las naves espaciales cuando prácticamente en su década no había casi ni aviones. Y por su parte, Ash pasa de ser demasiado soso como personaje a ser únicamente el chico que tiene una premonición que le muestra que morirá dentro de cuatro semanas asesinado por un misterioso personaje del que solo sabemos que es una chica con el pelo blanco. Total, que pese a ser protagonistas interesantes en teoría, para mí han fallado en sus interacciones, en el desarrollo de su personalidad y en sus reacciones.
Debo reconocer que al principio empecé muy emocionada con esta novela porque apuntaba a ser algo más de lo que parecía en un principio, pero poco a poco se va desinflando de una manera que ni sé explicar, porque debería de haber sido al contrario. Lo peor de todo es que resulta bastante predecible cuando este tipo de tramas con viajes en el tiempo, paradojas temporales y giros argumentales deberían ser una baza a favor de la autora para que no me viera venir nada de lo que sucede y no ha sido así. Por otro lado, la narración tampoco es especialmente llamativa aunque se agradece que sea muy ligera, de forma que en realidad es ciencia ficción más bien light. Por ello no puedo decir que me haya aburrido en ningún momento porque la verdad es que la autora compagina muy bien diálogos con descripciones y no hay ni un solo capítulo en el que la historia no avance a un ritmo muy agradable, pero quizás haya sido la falta de conexión hacia los personajes lo que no me haya permitido disfrutar algo más de este libro.

En pocas palabras, un libro muy entretenido con algunos elementos originales pero que en otras partes peca de ser más de lo mismo. No sé si continuaría leyendo lo que no sabía que era una primera parte aunque la verdad es que la trama se queda en un punto interesante que me habría impactado más de no haber sido tan predecible. Creo que se puede disfrutar mucho de esta historia porque tiene muchos elementos para enganchar y para que no sea fácil soltar el libro aunque a mí me habría gustado otro tipo de protagonistas sin que al final haya girado todo en torno al romance pero en general me llevo una buena impresión, lo suficientemente buena como para poder recomendarlo.
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