Viajamos a Llafranc (Girona) para conocer al detective Nico. Acompañado de su esposa Estela y el pequeño Simón, buscan empezar una nueva vida rodeados de sus familiares y amigos en esta ubicación. Buscan tranquilidad y un lugar donde poder disfrutar junto a su pequeño pero la vida tendrá otros planes para el padre de familia. La desaparición de Bashira, la segunda niña desaparecida en un corto periodo de tiempo que entraña un misterio que Nico, junto con la policía intentará resolver lo más rápido posible. En esta novela además de misterio e intriga, también encontramos amor, superación, secretos familiares, mentiras, odio, un toque de brujería y visibilidad a enfermedades. Los personajes están bien definidos, en todo momento conocemos sus sensaciones y sentimientos. Cuenta con varios giros por lo que dejar de leer ha sido tarea imposible hasta no terminarlo. Con respecto al final ha estado a la altura de mis expectativas por lo que en mi opinión los escritores (madre e hijo) hacen un equipo excelente. |