Este libro me lo leí a principios de enero, y no considero que sea un mal libro, pero la historia tiene pequeños matices que me hubiesen gustado más si se desarrollaran de otra manera. Me costó empatizar con la protagonista. A pesar de que la sentí muy real, en algunas partes se me hizo grosera y difícil de masticar. También es un libro que tiene toques de humor, que personalmente creo que entenderéis si por el año 2007 estabais pasando por vuestra etapa adolescente o incluso adulta (a mí esa etapa me coincidió siendo una niña, y la verdad es que con este libro no me enteraba ni del clima). La premisa es realmente chula, pero (personalmente) las circunstancias anteriores me hicieron desconectar a lo largo de prácticamente todo el libro. Aún así, a partir de la mitad del libro, que creo que es cuando empieza a evolucionar la actitud de la protagonista, el libro me empezó a enganchar más. La familia Bookland es, sin duda, una familia de lo más peculiar. Me encantó conocer con esa breve profundidad a cada uno de ellos. |