Las bragas al sol

Puedo parecer tópica, pero con ciertos libros me entra la duda de si realmente soy yo quien los elige a ellos o son ellos quienes que me elijen a mí. 


Confieso que lo primero que me llamó la atención de Las bragas al sol fue el título y la bonita portada y que, por una vez, sin mirar la sipnosis me adentré en sus páginas. Y ha resultado ser una agradable sorpresa. Me he encontrado con una novela amena, alegre, fresca y divertida. Su lectura me ha generado alegría, optimismo y muy buen rollo. Es idónea para todo el mundo que le apetezca pasárselo bien con una novela.


Su protagonista, Rita Racons, es una joven que vive en la Cerdanya junto con su familia de clase trabajadora a la que adora. A pesar de estar a punto de finalizar su carrera como psicóloga a falta de conocer la nota de su prueba de inglés, no tiene nada claro que sea a esto a lo que se quiere dedicar. Y una serie de reveses, el sabio consejo de su abuela y ciertas circunstancias, le van a llevar a vivir una maravillosa experiencia, viajará hasta Atlanta para convertirse en la au-pair de los tres singulares niños de la familia Bookland durante un año entero, y lo mejor, sin tener apenas idea de hablar en inglés.


Además de emprender una búsqueda de sí misma, Rita en Atlanta conocerá a diversidad personas, experimentará nuevas sensaciones y vivirá situaciones de todo tipo al mismo tiempo que alterará la ordenada vida de los Bookland. Me he divertido mucho con todas y cada una de las variopintas situaciones en las que Rita se ve envuelta, las hay de todo tipo, también he cerrado los ojos cuando metía la pata, que no eran pocas las veces. Y emocionado y mucho.


De forma natural y fluida, la voz de Rita nos adentra en la que ha dido la mayor aventura de su vida con su particular filosofía. Una aventura que la marcará a fuego y le va a cambiar para siempre. 


Y que a mí me ha sacado la mejor de mis sonrisas.