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Una novela gráfica entretenida con una idea original que explota el peligro de ser influencer y perder la perspectiva de la vida real pero que al fin y al cabo solo sirve como reivindicación de mensajes que de tanto repetirlos sí que empiezan a sonar muy superficiales (aceptarse a uno mismo, que no te importe lo que piensen los demás, que la vida virtual se magnifica falsamente…). Reconozco que lo he leído solo porque se me puso por delante y no porque de verdad me interesara el tema pero al ser novela gráfica se puede leer en una o dos horas. Lo mejor: las ilustraciones de Lola Rodríguez.
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