Es la primera obra que leo de este autor y, me ha dejado un sabor agridulce, dulce por la forma como escribe, con mucha delicadeza, y agria por el tema que trata, la muerte cuando hay una enfermedad o cuando estás cansado de tu vejez. Nuestra protagonista, Eufrasia, es un personaje al que se le coge cariño enseguida, es una mujer agradable, servicial y de las que intentan pasar por la vida de puntillas. El resto de personajes, muy mayores casi todos, están bien trazados y hacen que la historia fluya de una forma suave pero sin ser pesada o soporífera. Me ha parecido una forma muy bonita de reivindicar la dignidad que los mayores tienen, ya sea en residencias o cuidados en sus domicilios. Muy muy bonito.
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