Quanta, quanta guerra...

Adrià Guinart es un adolescente que al comienzo de la Guerra Civil decide dejar su casa y marchar al frente con un amigo para ver qué es esa guerra de la que tanto oye hablar. Tras una breve experiencia con los milicianos abandona y se pasa toda la novela yendo de un sitio a otro para evitar la maldita guerra, pero vaya donde vaya sus efectos están en todos los caminos y pueblos, por los que va pasando. Ésta no es una historia de batallas pero el sonido de las bombas y aviones, el hambre y la miseria, los pueblos devastados, las casas en ruinas nos recuerdan que la guerra es el telón de fondo de la novela. La acción es muy lenta, con poco diálogo en capítulos cortos, con escenas sin relación entre ellas, podrían parecer cuentos. Una novela llena de tristeza y angustia; muy diferente de otras que he leído de Mercé Rodoreda. Interesante el prólogo en el que la autora cuenta el proceso de la obra.