Una aventura del francés Alexander Ícaro que decidió visitar la Alhambra atraído por los cuentos escritos por Washington Irving. Una historia entretenida con misterios y conspiraciones en una época en la que, desgraciadamente, la Alhambra estaba poblada de mendigos y totalmente abandonada. Me ha gustado bastante lo que cuenta y lo que enseña de historia. Leeré más cosas suyas, desde luego que sí.
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