La enfermera de Hitler

Anke Hoff es una joven comadrona alemana, aria (por mal que suene), que por su buen corazón está encerrada en el campo de concentración de Ravensbrück, donde ejerce sus funciones en terribles condiciones y con consecuencias horrorosas que no puede evitar por mucho que le duela. Con todo esto la trasladan como voluntaria forzosa al refugio de Berghoff (La guarida del lobo), donde tiene que atender a una misteriosa joven embarazada, cuyo hijo puede ser clave para el futuro del Reich.

El libro está escrito alternando pasado (cómo y por qué llegó Anke a Ravensbrück y su vida allí) y presente, en el que además de cumplir con su deber de comadrona de una mujer de la alta alcurnia nazi, debe luchar contra sus sentimientos de repulsa ante los nazis, miedo de perder a su familia, y su atracción por un oficial

A través de los ojos de Anke conocemos cómo pudo ser la vida de un alemán que cumple con los estándares raciales nazis, pero que no es nazi, y que por no seguir la senda del partido ve como su vida se convierte en un infierno. Aun así, Anke no se deja llevar por el odio, por el resentimiento, y menos se lo hace pagar al niño no-nato al que tiene que cuidar.

El final del libro resulta un tanto agridulce, pero en mi opinión es el final perfecto para una historia que aunque ficticia sí deja entrever parte de la realidad de la población alemana no nazi, tanto en la persona de Anke (que sufrió las consecuencias de ir contra corriente) como de Christa, un personaje secundario, que aunque tenga un papel pequeño en la trama, considero deja ver la realidad de mucha gente en aquella época.

Lo que más me ha gustado de este libro es el amor al oficio de matrona que transmite la autora. Y es que Mandy Robotham es comadrona y ha sabido transmitir sus conocimientos en este su primer libro.