A través de una reconstrucción realmente catárquica, su hermana Cristina nos recuerda y presenta quién era Liliana. A sus 20 años, estudiante universitaria de arquitectura, había decidido poner fin a una relación de violencia machista «Liliana estaba por fin en su camino hacia fuera». A esa edad fue víctima de un feminicidio a manos de su expareja: Ángel González Ramos, el cual sigue desaparecido e impune. Cristina Rivera pone énfasis en la necesidad de un lenguaje de justicia ya que «Uno nunca está más inerme que cuando no tiene lenguaje». La falta de lenguaje y conceptualización estuvo presente desde los primeros indicidios de la escalada de la violencia; como ella misma dice a través de una ceguera social «Ni Liliana, ni los que la quisimos, tuvimos a nuestra disposición un lenguaje que nos permitiera identificar las señales de peligro». En el libro se hace referencia a Las Tesis ya que utilizan perfectamente el lenguaje a través de su performance Un violador en tu camino, entendiendo a la violencia machista como un femómeno de carácter estructural y dejando claro que la responsabilidad NO es de las víctimas. «Este libro es para celebrar su paso por la tierra y para recordarle que, claro que sí, lo vamos a tirar. al patriarcado lo vamos a tirar.» |