Amapolas en octubre

Un libro sobre el amor.
El amor por los libros es la columna vertebral, pero esta bella historia extiende sus ramas y nos encontramos con este sentimiento en todas sus facetas. El amor de nuestros padres, incondicional, conflictivo. El amor entre hermanos, y también de los amigos como la familia que uno elige.

Esta novela me encantó, la disfruté muchísimo. Es bella, muy tierna, y para los amantes de los libros es un regocijo ya que diversos títulos y sus autores están presentes en todo el argumento.
Nos habla de pérdidas, pero también de resiliencia, de soltar y mirar para adelante. Nos recuerda la importancia de las personas que forman parte de nuestras vidas, designio (o no) de las creencias de cada uno. Con un final delicioso que emociona.
Laura Riñon Sirera es una autora que seguiré leyendo sin dudas.

Debajo transcribo el inicio del Prólogo del libro, del cual me enamoré y por el que me decidí a seguir leyendo. Espero lo disfruten como yo:

“Mamá ideó un método para que olvidáramos las cosas feas que nos ocurrieran, y para que a su vez siempre recordáramos la lección aprendida. Rescataba la cita de un libro o el diálogo que considerara apropiado para la ocasión y, con su perfecta caligrafía, lo escribía en uno de los azulejos blancos de la cocina de casa. Así, al leerlas cada vez que pasáramos por delante, recordaríamos la razón de lo escrito y entenderíamos que, por mucho que algo doliera, siempre había alguien que en algún momento se había sentido igual que nosotros.”