La chica italiana

Lucinda Riley se ha convertido, en los últimos años, en una de mis escritoras favoritas.
Al igual que mucha gente, después de leer casi su obra al completo, cogí este libro con un poco de recelo por ser una de sus primeras obras y haberla publicado casi sin pulir. Tenía unas expectativas no muy altas pero me ha sorprendido muy gratamente.
Es un libro que te atrapa desde el primer momento. Se abre con una carta de la protagonista a su hijo, carta que irá progresando a lo largo del libro. En ella, una Rosanna Menici ya adulta, relata su vida, desde la más tierna infancia hasta el presente.
Rosanna es la menor de tres hermanos de una familia napolitana de clase trabajadora que regenta un restaurante. En un primer momento uno pensaría que Rosanna pasaría desapercibida en en su familia en favor de otros personajes, pero la prodigiosa voz que Roberto Rossini descubre por casualidad en el aniversario de sus padres, la catapultará a la fama.
Rosanna demuestra tesón en lo que a su formación como cantante de ópera se refiere, es una niña decidida que se convertirá en una profesional inigualable.
En el medio de la vorágine de aprendizaje y éxito, se cuela el amor. Un amor que empieza desde el primer momento que Rosanna ve a Roberto en sus años de tierna adolescencia y que evoluciona hasta convertirse en tóxico con todas sus letras, ese tipo de amor que según vas leyendo te entran ganas de increpar a la protagonista con palabras poco bonitas. Roberto Rossini será guapo y apuesto, pero a mí me provocó rechazo desde el momento cero.
Como es habitual en las historias de Lucinda, un secreto del pasado pondrá toda la historia en jaque con una narrativa sencilla, en este caso lineal, sin saltos temporales y con muchos diálogos que hacen que el libro se lea de manera rápida y resulte muy ameno.
Me hubiese gustado que Lucinda hubiese profundizado un poco más en algunos personajes, pero la verdad es que en su gran mayoría han tenido una evolución impecable y en algunos momentos hasta he podido sentir el glamour de los espacios en los que se desarrollaba la trama.
Tesón, amor, secretos y traición marcan sin duda esta novela.