El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares

Para empezar, tengo que alabar la preciosa edición de este libro. Además de la portada, en el interior cuenta con fotografías de los niños peculiares y personajes que aparecen en la novela, lo que hace la lectura más amena y te ayuda a imaginarte todo más detalladamente, aunque reconozco que algunas son bastante inquietantes. Además, las imágenes son reales de la época, algunas con retoques para adaptarse al libro, pero son fotografías que el autor consiguió de algunos coleccionistas.
El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares tiene un comienzo bastante lento. Los dos primeros capítulos son interesantes, pero luego la cosa decae un poco. Creo que eso se debe a que las descripciones son muy extensas, hay mucha narración, dejando poco lugar a los diálogos. Por ello, no me enganché demasiado hasta que conocemos a los protagonistas de verdad de esta historia, a los niños pecualiares. A partir de ahí hay más diálogos, el ritmo va aumentando, se van descubriendo cosas... En fin, que en ese punto, la historia te atrapa por completo.
Siempre he sido gran amante de libros y películas de niños con poderes, diferentes de los demás, con unos dones que tienen que aprender a controlar. Aunque no sea un tema super original, Riggs lo enfoca de otra manera, ya que estos niños no se las dan de héroes ni su mayor misión es salvar vidas, simplemente son especiales. Por eso me encanta el toque de fantasía de esta lectura, me ha gustado mucho ir conociendo a cada personaje y descubriendo su "peculiaridad". He disfrutado como una enana de la historia y de los problemas a los que teníamos que enfrentarnos en el desarrollo de esta, que aunque algunos eran un poco predecibles, no pierden su encanto. Percibimos lo poderes de estos niños como algo maravilloso, pero también como una maldición, ya que están obligados a vivir escondidos por miedo a que los encuentren y los maten, en un día eterno del que no pueden escapar.
Otra cosa que me ha gustado mucho ha sido que no toda la historia transcurre en la actualidad, sino que nos trasladamos a la Segunda Guerra Mundial.
Jacob me ha gustado mucho como protagonista, lo comprendía perfectamente, puesto que por un lado quería entender y creer a su abuelo, pero por otro... Las historias que él le contaba no es que fueran muy creíbles que digamos. Me ha gustado mucho, sobre todo porque tiene capacidad de sacrificio para ayudar a quienes le necesitan, y también hace lo que está en su mano para meterse en la piel de su abuelo. Por eso, no duda en visitar la isla. He agradecido que el prota principal fuera un chico, ya que en la mayoría de libros es una mujer y quería conocer todo desde otro punto de vista.
En el libro hay algo de romance, bueno, más bien una pequeña chispa. A mí no me molestó nada, ya que se queda en segundo plano y no entorpece el desarrollo de la historia, Pero es cierto que sobraba un poco, fue algo forzado, a lo mejor si el autor lo hubiera dejado para el libro siguiente hubiera quedado mejor.
También he adorado el toque siniestro del libro. A pesar de ser un libro más bien juvenil, las imágenes y los sucesos que tienen lugar dan una ambientación algo tétrica... ¡Y eso me encanta! El final del libro está cargado de acción, nuestros personajes no paran y el autor prepara el terreno para el próximo volumen de la trilogía, que espero que resuelva algunas de las preguntas que se dejan en el aire en esta entrega.

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