Amor y odio tienen cuatro letras: Tu romance de oficina de confianza

Lo primero que me llamó la atención es que antes de empezar el libro, tras el copyright hay una aclaración por parte de la autora en la que se avisa que la novela está escrita en lenguaje coloquial, que aparecerán vulgarismos y que contiene sexo explícito. Esta idea me ha gustado mucho, es posible que de no haberlo leído antes de empezar sí que hubiese hecho hincapié en esta reseña en el lenguaje vulgar que contiene (especialmente en las partes más sexuales).
Hace poco planteé un debate de este tipo en Instagram y creo que sería muy interesante que los libros incluyeran un pequeño aviso antes de empezar sobre esto, así como temas sensibles que pueden tratar para que tú como lector decidas si quieres leerlo o no (y al mismo tiempo se evitarían muchas reseñas negativas porque el libro contenga X o Y).

Creo que la historia es exactamente lo que nos venden, una novela ligera sobre un amor explosivo entre el jefe y su empleada. Este tipo de historias siempre vienen bien para desconectar y entretenerte. En mi caso, me ha faltado un poco más de romance al uso con partes bonitas, cursis y empalagosas, pues los protagonistas se pasan el día discutiendo o en la cama y muy poco tiempo expresando sentimientos. Aunque esto es una percepción mía, si no sois pastelosas como yo, es posible que eso sea un punto a favor de la historia. Aun así, tiene una dinámica muy adictiva que hace que quieras seguir leyendo más y más y devores la historia en muy poco tiempo.

En cuanto a los personajes principales:

Silvia es la típica niña pija que siempre ha tenido todo y que, cuando su carrera se vio arruinada, se derrumbó. Sin embargo, tiene carácter de sobra para levantarse y ser capaz de volver a trabajar para conseguir todos sus objetivos (aunque lo que le ofrezcan sea un trabajo de becaria sin remuneración...). Es un personaje con mucha fuerza, que no se deja pisotear por nadie y saber lo que piensa es de lo más divertido.

Bosco acaba de divorciarse y esto hace que siempre esté de mal humor con todo el mundo. Está tratando de sacar adelante la empresa que su mujer dejó en la ruina y, sin conocimientos sobre el mundo editorial, esto es toda una odisea. El personaje de Bosco me ha gustado mucho, especialmente en su papel de padre, me encanta ver lo mucho que quiere a sus niñas y como es capaz de hacer cualquier cosa por ellas.

También cuenta con unos secundarios de lo más curiosos:
Bárbara, ¿conoces a alguien a quien siempre le vaya todo bien y que consiga todo lo que se proponga? pues multiplícalo por diez y esta es la hermana de Silvia. Es perfecta hasta dar rabia, al menos así es como la ve su hermana. Sin embargo, a lo largo de la historia vamos viendo más de ella y descubriremos como esa aparente perfección no es tan fácil...

Aurora, la exmujer de Bosco, es la mujer que quebró la editorial y luego abandonó a su marido tras ponerle los cuernos. Es egocéntrica y manipuladora. La típica villana de Disney.
Alessia, la pequeña bolchevique, es una adolescente de lo más concienciada con todos los problemas sociales habidos y por haber. Es inteligente, divertida y no hay nada que odie más que las injusticias. Me ha encantado leer a esta pequeña idealista capaz de hacer lo que sea por su familia (su verdadera familia, la que ella ha elegido)
Chiara, la pequeña de la familia, es la niña más adorable del mundo y es tan tierna que es capaz de ganarse el corazón de cualquiera.



Mi parte favorita de la novela han sido los últimos capítulos, la parte de las niñas, la conversación de Silvia con su padre y el desenlace final. de hecho, reconozco que he llegado a soltar hasta alguna lagrimilla y todo.

En definitiva, Amor y odio tienen cuatro letras nos narra la historia de Silvia y Bosco, dos personas que no se soportan pero que tienen tal atracción física que saltan chispas. Nos enseñan que del amor al odio solo hay un paso.
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