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Un libro maravilloso con una autora que lo es aún más como persona que tiene una gran habilidad para meterse en tu corazón con sus palabras. Además, es como si estuvieras ahí con ella, escuchándola. Desnuda su alma con lo que muestra en sus escritos. Creo que este libro podría ayudar a personas que se encuentren en el camino de recuperación de su ansiedad. Y si no tienes ese problema, te aseguro que vas a recapacitar. Siempre hablamos de enfermedades físicas, que también son muy graves, pero casi nunca se entiende lo incapacitante que es una enfermedad mental. El motivo es que no se ve y por tanto, muchas personas dan por hecho que si uno de nosotros puede seguir caminando, está en perfectas condiciones para ser un individuo que sirva para esta sociedad. "Si estoy bien, ¿por qué me encuentro tan mal?" Es una duda que sale reflejada en el libro, porque la ansiedad se puede manifestar con dolores o sensaciones que crees que pueden ser indicios de una enfermedad física pero cuando vas al médico y te dice que tu salud está bien, te sientes como si hubiese algo errado en tu cabeza. Otra cosa importante en la novela es la amistad, el hecho de encontrar a personas que te acompañen y no te juzguen y te digan "Venga, deja de llorar que mañana ya estarás bien". Eso no, amigas/os. Sé empático y escucha. Y en fin, tengo que decir que me partió el alma la parte en la que habla de los que cayeron en la lucha contra el cáncer y lo orgullosa que se siente de haberlos conocido y tenido a su lado. Aunque sentí tristeza, se me quedó esa enseñanza de, "Vaya, que suerte que hayan pasado por su vida ". Una novela recomendable al cien por cien, que te deja muchas enseñanzas. |
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