Pensar para atrás

En el Día del libro asistí a un evento organizado por Barbarie editora en el que Reyes Navas Montalvo, autora de “De tres a cinco minutos”, y J. J. Richards conversaban acerca de sus libros que, casualidades de la vida, fueron publicados casi al tiempo y comparten no solo temática (la muerte de un hijo) sino también una cierta sensibilidad y modo de narrar.

En “Pensar para atrás” Margarita se encuentra sumida en una especie de anhedonia tras la muerte de Juan. Un año después de aquella noche en la que su hijo no despertó, pero ella no consigue volver a sentir como lo hacía, la sombra de su hijo y su vida como madre lo oscurece todo y ahoga cualquier intento de poder seguir adelante. Sumergida en una rutina que le resulta insípida (lunes de cine con la hija de su marido, clases de aquagym y sesiones de terapia, miércoles de cena italiana y noches de entrevistas en la radio), busca cierta redención en el monólogo mental que mantiene con su ex, al que conoció desde adolescente por ser su vecino y al que abandonó por su actual marido.

Quizás con esa mirada al pasado Margarita trata de reencontrarse con su vida cuando esta tenía cierto sentido, cuando estaba en Argentina junto a su hermano y su novio y se sentía hogar. Lo mismo si se hubiera quedado allí nada habría sucedido como lo hizo, si Juan no hubiera nacido tampoco se habría muerto…o lo mismo podría seguir queriendo a su marido y no preguntarse cada día dónde estará y por qué ha sido capaz de pasar página tan rápido. Hay en sus diatribas mentales una cierta contradicción, ya que intenta encontrar una explicación a lo que sucedió pero, al mismo tiempo, desea destruir todo lo que ha construído para ver si así podría sentir algo.

A pesar de la dureza de lo que narra, es un libro que se lee en un suspiro, tal y como me pasó con el de Reyes Navas, puesto que la forma de contar de ambas aligera el contenido y parece hacerte sentir que paseas junto a sus protagonistas como un observador anónimo. Muy recomendable el ejercicio de comparar ambas lecturas para ver esas conexiones entre ellas, además de para acercarse a un tema muy doloroso del que no se ha hablado mucho hasta ahora.