Lola Vendetta. Una habitación propia con wifi

No había leído más libros de Lola Vendetta, pero sí que había visto alguna viñeta suya por internet. Ella es un referente para cualquier feminista que se precie, con su humor ácido combate el machismo desde hace años. Es por ello que sabía que este libro me iba a gustar, pero lo que no esperaba era sentirme tan identificada. al fin y al cabo, no cualquiera es como ella, que participa en la lucha feminista de forma muy activa y evidente a través de su trabajo. No obstante, ella no deja de ser una persona, una mujer que tiene sus sentimientos, dudas y placeres.

Aunque no estés involucrada en la lucha feminista, puedes estar muy de acuerdo con este libro, ya que Lola Vendetta siente de repente que está harta de mirar por los demás, lo cual nos puede pasar a cualquiera. Entonces, decide mirar por ella misma. Es maravilloso el buscar la igualdad, no solo entre hombres y mujeres, sino también entre nosotras mismas. Es fantástico el querer un mundo mejor y luchar por él. Pero, ¿y de nosotras quién se preocupa?

A veces nos obsesionamos por hacer las cosas bien, por ser buenas con los demás, pero nos olvidamos de querernos, de ser buenas con nosotras mismas. Y quizá tenga razón Lola con que hasta que no te pasa algo fuerte, hasta que no explotas, no te das cuenta de que tu día a día es maravilloso, pero que no estás pendiente de ti misma. Que todas necesitamos cuidarnos, por dentro y por fuera, que necesitamos nuestro tiempo, pero sobre todo necesitamos respirar y saber estar solas también. Porque saber estar sola es difícil, y no todas sabemos cómo hacerlo.

Otro punto positivo del libro es que presenta el ecofeminismo como un movimiento mucho más fácil de lo que parece en internet o en otros libros. Realmente respetar a los demás y a la naturaleza no debería ser tan difícil, pero a veces resulta algo complicado el seguir todos los consejos que se dan al respecto. No obstante, la autora habla de ello como algo simple, lo cual anima a practicarlo.

Un libro muy recomendable, que nos recuerda a Una habitación propia de Virginia Woolf, pero con un toque moderno. Porque para poder continuar con nuestra vida, para sentirnos mejor hay que quererse a sí misma y cuidarse. Antes de respetar a las demás, conviene respetarse a una misma.