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Estaba deseando leerlo, su sinopsis me pareció muy atrayente y me encantan este tipo de libros basados en un reencuentro entre amigos donde uno de ellos comete un asesinato. Un cluedo moderno que difícilmente defrauda. Cabe destacar que me sorprendió lo rápido que comienza la acción, apenas te han presentado a los personajes que ya están dirigiéndose a lo alto de la colina. Los capítulos además se intercalan entre el pasado y el presente, y eso hace que la historia enganche muchísimo. Debo mencionar que el libro me ha parecido muy juvenil, su manera de escribir y su estilo es muy similar a la prosa de Natasha Preston, destinada más bien a jóvenes adultos. Tampoco ayuda el comportamiento que tenían los personajes hace diez años, aún teniendo entonces alrededor de la veintena y siendo deportistas de elite, se muestran caprichosos, envidiosos y vengativos. Tengo que reconocer que aun así, lo que pasó entonces diez años atrás me ha resultado mucho más atractivo que los hechos actuales. Tanta persecución, sospechas, idas y venidas me han resultado algo pesadas. Por lo general, el libro me ha enganchado muchísimo, aunque el final no me ha convencido demasiado. Los hechos que se esconden detrás de lo que le ocurrió a Saskia son brillantes, pero el culpable de lo que ocurre actualmente resulta forzado y totalmente previsible. Tampoco ayuda el milagroso final de dos de sus protagonistas narrado en el epílogo, es demasiado azucarado para la dinámica que sigue toda la narración. |
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