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Los secretos del inspector es una obra breve que, manteniendo el estilo juvenil que vimos ya en las dos entregas anteriores, cierra todos los temas que quedaron abiertos en los casos anteriores, poniendo con ello punto final a esta trilogía. Debido a las diferencias en el planteamiento de la trama, nos encontramos, también, con una estructura distinta. En esta ocasión no tenemos un nuevo caso que resolver, sino que el libro gira alrededor de un personaje concreto de nuestro trío protagonista, y se centra en aclarar ciertos aspectos relacionados con dicho personaje sobre los cuales, en los libros anteriores, quedó todavía una pátina de misterio. Hablando ya en términos generales, Los crímenes de Steamfield sigue siendo mi libro favorito de la trilogía, tanto por el desarrollo del caso en sí, como por la ambientación que tanto me cautivó. Y aunque entiendo la importancia de este tercer libro, que aúna todos los casos y les da cohesión, admito que, si lo comparamos con los libros anteriores, se me ha quedado algo más corto al no ver en él ese punto de intriga que me mantuvo en vilo en las otras ocasiones. Esta trilogía se la recomendaría a aquel joven que todavía no está acostumbrado a lecturas densas y que se quiere ir alejando, poco a poco, de las obras más infantiles, adentrándose en una obra ligera y de fácil lectura, pero con un punto extra de complejidad. |
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