Días grises con cielo azul

Cuando leí la sinopsis de este libro, me dije que tenía que leerlo pues me interesaba mucho ver cómo era la vida de una maestra en la posguerra y todas las trabas que se encontraría en su trabajo. Por ello, cuando vi que este libro en Masa Crítica de Babelio, no lo dudé y me lancé de lleno a su lectura.

En Días grises con cielo azul nos encontramos con una historia muy sencilla, con una trama bastante coloquial, pero con unos personajes que se te meten poco a poco en el corazón y a los que es imposible no coger cariño.

La historia comienza en 2017, Julieta abandona París para cuidar a su tía enferma y esta insiste en que antes de morir quiere contarle toda su historia. Así, nos embarcamos en un salto temporal hasta 1941 donde acompañaremos a una joven Inés llena de sueños. La historia se divide en tres partes diferenciadas. En primer lugar, viajaremos hasta Escalante, su lugar de origen, y veremos como era su juventud allí. Las cosas no eran sencillas pues su padre, un hombre abusivo y dictatorial, le hacía la vida imposible. Después veremos como ella logra cumplir su sueño y sus andanzas en la Escuela Normal de Magisterio. En la segunda parte ya nos encontramos con una Inés más madura que comienza a ejercer como maestra en Mogrovejo y también como empieza a tener vivencias personales más profundas e intensas. Por último, en la tercera parte ya vemos qué le deparó el destino a esta joven maestra con ansias de libertad.

No sé si es por el hecho de ser maestra y estar viviendo situaciones parecidas a las que se relatan en la historia, pero he llegado a empatizar muchísimo con la protagonista y he sentido sus vivencias como propias. Gracias a la historia he descubierto muchas curiosidades de la profesión en aquella época tan convulsa: cómo se lograban los trabajos; el contrato que tenían que firmar las maestras y que implicaba más aspectos de su vida cotidiana que docentes; también vemos el poder de la Iglesia sobre la educación pues el cura del pueblo tiene el poder de echar a la maestra y se cree con derecho a influenciar en lo que tiene que dar en sus clases. Además, me ha resultado muy triste leer esa educación segregada por sexos y cómo las niñas tenían estudios diferentes y estos estaban orientados a ser buenas madres y esposas.

Lo más destacado de la historia son los personajes femeninos y las grandes historias que tienen detrás. A lo largo de la historia conocemos a mujeres que no lo tuvieron nada fácil en su vida, pero que, en su afán por ser autosuficientes, lograron llevar una vida plena y satisfactoria sin depender de nadie. Inés, Tina, Consolación, Khiara... todas ellas nos muestran que es posible sobrevivir a la adversidad y lograr cumplir los sueños si luchas con tesón por ellos. Me encanta la sororidad que se expresa a través de las páginas y ver lo mucho que se apoyan las unas a las otras en todo.

Como no podía ser de otro modo, el libro también nos habla sobre el amor y nos muestra muchos tipos: amores interesados, amores puros e incondicionales, amores obsesivos y enfermizos... A pesar de que desde el principio ya intuyes un poco por dónde van los tiros con respecto a la vida amorosa de Inés, he de reconocer que leía con la esperanza de que las cosas fueran diferentes.

La pluma de la autora me ha gustado muchísimo, ha conseguido mantenerme enganchada y también me ha encantado la pasión que es capaz de transmitir por su tierra. de hecho, es imposible leer la historia y no querer viajar hasta Cantabria y perderse por los preciosos pueblos lebaniegos mientras admiras la belleza de los picos de Europa. Por todo esto, ya estoy buscando más libros de la autora porque me muero de ganas de descubrir más aventuras inspiradas en este precioso lugar.

En definitiva, cuando leía la sinopsis sabía que la historia me iba a gustar. Sin embargo, he encontrado mucho más de lo que me esperaba y me han entusiasmado sus personajes femeninos y todas las enseñanzas de vida, apoyo y sororidad que reflejan.
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