La mujer de fuego

La vida nunca pide perdón, o la encajas como viene, o te largas como viniste.

Lo más bello siempre fue escrito. A las palabras habladas se las lleva el viento; pero las escritas pueden construir un imperio.

A veces te levantas más rápido por otra persona que por ti misma.

Cuanto más consigues sin ningún esfuerzo, más crece el vacío de tu interior [...] tratas de llenarlo con más cosas materiales... no ves más allá, se acaba convirtiendo en una enfermedad.

Los momentos por los que atravesamos, las personas que nos encontramos por el camino... todo tiene un sentido, aunque en muchas ocasiones no seamos capaces de encontrarlo.

Qué manía tiene el corazón de seguir latiendo cuando ya está roto, cuando ya no hay nada...