No es una historia arrolladora, no es una novela de intriga ni de tensión, ni de las que se devoran en dos tardes. Es una novela sencilla, pausada en el ritmo, sin altibajos, que suavemente narra lo que podría vivir cualquier chica de 25 años que nota que su entorno está madurando y su vida se encamina hacia la madurez. Un hecho marcado por el racismo será el inicio de la novela. Leeremos situaciones injustas, y otras muchas vinculadas con el clasismo. Junto a Emira y Alix, nos meteremos de lleno en esta peculiar novela cargada de denuncias sociales y con un trasfondo abierto, en el que cada cual podrá sacar sus propias conclusiones, que serán bastantes. Capítulos cortos en pasado y presente que te llevan a conocer algo más a las protagonistas. Sí que me ha gustado la forma de escribir de la autora, pero quizá soy más de acabar un libro con todo resuelto, y este no es así, ya que solo narra un escueto periodo de tiempo. Aun así, ha sido una lectura agradable para cambiar de género, una novela bastante contemporánea con temas de actualidad. |