Un día se sabrá

Suecia, 1996, un grupo de voy scouts están de campamento en el lago. Por la noche, mientras Jonathan y David se van a nadar, se origina un incendio en la cabaña. Pero cuando llegan a la orilla se dan cuenta de que falta una niña que aún está dentro de la cabaña y no pueden salvar su vida. Jonathan no es capaz de superar esta tragedia y un día desaparece sin dejar rastro. Diez años después el padre de Jonathan recurre a David para que investigue la desaparición de su hijo, ya que cree firmemente que está vivo.

Esta novela me ha encantado. Nos encontramos ante una trama que se cuece a fuego lento, con paciencia, que nos deja diferentes pistas que me han pasado totalmente desapercibidas. La investigación del caso no es para nada sencilla, y es que en esta familia todos tiene secretos que esconder, y muchos!, vamos que hay salseo a patadas.

Una historia narrada a varias voces, desde la voz de David, de Louis (hermana de Jonathan y ex amiga de David) y del propio Jonathan. Con capítulos, cortos que alternan entre pasado y presente para que tengamos una visión de la historia desde más ángulos.

Una trama muy cuidada, que te lleva por varias líneas de investigación manteniéndote en una tensión constante, hasta que al final consigue encajar todos los hilos de una forma magistral. Es una de esas novelas en las que piensas que ya está todo resuelto y con un nuevo giro de los acontecimientos vuelve a sorprenderte una y otra vez.

Me sorprendió incluso en el epílogo!!! En donde la autora enlaza el único cabo que quedaba suelto y de qué manera!!! Tengo que reconocer que de todas las opciones que barajaba justo esta no la tenía contemplada.