Un día se sabrá

David y Jonathan eran dos adolescentes a cargo de un montón de niños que se encontraban de campamentos. Una imprudente irresponsabilidad generó un terrible incendio donde una de las integrantes del grupo falleció. David pudo seguir adelante, pero Jonathan Sandberg se vio tan trastornado por los hechos que acabó por aislarse. Han pasado diez años, la familia de Jonathan le pide a David que se una en la búsqueda de su amigo desaparecido.

La novela comienza muy fuerte, narrando el terrible incendio que causa todo lo que vendrá después. Me ha parecido esencial para comprenderlo todo mejor, así que debía puntualizarlo. David es el protagonista absoluto, un hombre triunfador al cual recientemente parecen perseguirle las desgracias. Su matrimonio ha fracasado, su mujer está con otro, lo han despedido y tiene una gran deuda económica. Es el antihéroe con el punto de desesperación justo para verse obligado a ayudar a los Sandberg. La clave para terminar de atrapar al lector.

Louise es la otra narradora, una mujer fuerte que nos aporta otro punto de vista de la familia. Algunos capítulos también se remontan al pasado de Jonathan, de modo que todo queda muy bien cerrado. La historia está muy bien construida, una obra donde nada es lo que parece y bajo esa terrible desaparición se esconden un montón de secretos familiares que desencadenaran una serie de asesinatos. Hay bastantes giros que no he visto venir. Por ponerle algún pero, he encontrado errores ortográficos, aunque puedan distraer de la lectura, son muy puntuales, así que os la recomiendo muchísimo si sois fans del género.