Los empleados

La autora y poeta danesa Olga Ravn plantea en ‘Los empleados' una historia desconcertante y atrapante a partes iguales. Aunque se promociona como una distopía, personalmente la he sentido más cerca de una historia de ciencia ficción en forma de parábola (🤓: narración breve y simbólica).
 
En un texto organizado únicamente en forma de testimonios ante una comisión, nos imbuimos en el día a día en la nave seis mil, que orbita desde hace un tiempo indeterminado en torno al planeta Nuevo Descubrimiento donde se han encontrado unos objetos que afectarán a quienes trabajan en la nave. ¿Quiénes son? Pues hay trabajadores humanos y trabajadores de “apariencia humana”, es decir, humanoides fabricados, por decirlo de alguna forma. Ambos tipos trabajan conjuntamente aunque sus anhelos difieren.
 
La autora no se entretiene (de hecho, es parte de la gracia) en darnos ningún contexto, nos suelta allí, como oyentes, para que poco a poco vayamos haciéndonos una composición de lugar que, en mi opinión, solo se logra con una relectura, cuando tras conocer el desenlace vuelves al inicio y lo ves con otros ojos.
 
Esta lectura es una experiencia desconcertante ante la enorme abstracción con la que se nos plantea la novela, llena de silencios e historias fragmentadas que hacen que cada lector (imagino) vaya rellenando los huecos con diferentes interpretaciones y también cree sus propios escenarios, dado que se dan pocas descripciones lo que desde luego hizo volar mi imaginación. Por ejemplo, los testimonios de los trabajadores se dan ante una comisión a la que no escuchamos, es decir, no conocemos qué les han preguntado, si estas preguntas van variando o cuánto tiempo pasa entre un testimonio y otro. Lo que queda claro con el paso de las páginas es que hay algo que está alterando la misión (¿cuál es? Otro misterio), afectando a la productividad y a las relaciones entre los trabajadores.
 
Encontramos en esta simbólica historia una enorme crítica a la deshumanización que se da en muchas corporaciones donde la productividad y los beneficios están por encima de los trabajadores. A pesar de ser una historia de ciencia ficción, apela de lleno a muchas problemáticas que nos son muy cercanas, ¡ya veréis!

Pero, sobre todo, esta es una novela muy filosófica, eminentemente ontológica y existencialista donde se explora desde diferentes perspectivas qué es lo nos hace humanos. Dejando hueco también a reflexiones sobre los sueños, la nostalgia y la memoria, el poder emocional de la memoria olfativa en concreto.
 
Una novela durante la cual pensé la mayoría del tiempo que no estaba entendiendo nada y, sin embargo, al acabarla, cuanto más pienso sobre ella, más me gusta. Y no puedo dejar de pesar en ella.
 
Aviso: si tienes tripofobia y ves en tu cabeza todo lo que lees hay escenas que te serán duras.  
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