 |
Volver a Canfranc es una novela que engancha y te deja huella. Una novela que nos narra unos acontecimientos que sucedieron en la frontera española y que apenas se conocen. Volver a Canfranc nos traslada a este pueblo en los años 1943 y 1944, recién acabada la Guerra Civil, para por medio de la ficción, darnos a conocer unos hechos reales que llevaran a cabo personas del lugar. Unos hechos que son muy poco conocidos. Canfranc y su estación fueron escenario de la huida de cientos de personas, en su mayoría judíos que escapaban del horror nazi. Entre los que figura Marc Changall, Max Ernst, Josephine Baker y su marido y Alma Mahler. Canfranc era la puerta de su libertad y su destino era Lisboa para proseguir viaje a América. Los protagonistas no sólo son Jana, Laurent, Durandarte... sino también todos aquellos hombres y mujeres a los que representan. Todos los que se jugaron la vida buscando erradicar la barbarie que estaba instalada en Europa. Personajes muy bien construidos y con los que podemos aprender la lucha por ayudar a los demás de forma desinteresada. El gran ejemplo es uno de sus protagonistas, Laurent Juste, basado en Alber le Lay. Es de destacar el proceso de investigación y documentación de Rosario Raro en Volver a Canfranc que trata temas como la ruta del expolio nazi, la red de espionaje que estaba coordinada desde Canfranc, la ayuda de la embajada española de Budapest, la existencia del SOE, la maternidad de Elna. De la mano de sus protagonistas nos situaremos en la Estación de Canfranc, visitaremos Jaca, Zaragoza, París y los magníficos parajes del Pirineo aragonés, sin olvidarnos de Los Arañones. La autora hace ciertos guiños literarios con alusión a El conde de Montecristo; Ser y Tiempo; Los Episodios Nacionales de Galdós. Narrada en tercera persona por un narrador omnisciente, con una prosa muy cuidada y sencilla. El libro se divide en cinco bloques con 72 capítulos de corta extensión, todos ellos titulados, y con un claro predominio de lo descriptivo sobre el diálogo. Es una historia lineal pero con subtramas que se irán cerrando, en las que encontramos una dosis de intriga que mantendrá nuestro interés hasta el final. |
>
