Solo nosotros: Una conversación estadounidense

Sobre la autora: Claudia Rankin es una poeta, ensayista y dramaturga nacida en Kingston, Jamaica, en 1947. Cuando era niña se trasladó con su familia a EEUU, donde reside desde entonces. Es autora de Don't let me be lonely y Ciudadana; y miembro de la Academia de Poetas Americanos desde 2013.

Solo nosotros es un ensayo que parte de experiencias propias y ajenas que ha ido recopilando para mostrarnos las distintas facetas del racismo vistas no solo desde su perspectiva, sino en ocasiones desde el propio interlocutor. En cada una nos da su visión propia, la reacción que le produce a nivel emocional y racional intentando ponerse del otro lado para racionalizar cómo ha llegado el individuo a esa conclusión.

Me han sorprendido muchas cosas de este libro. No ha sido cómodo de leer porque interpela a la responsabilidad colectiva del mantenimiento del racismo estructural, del que la población blanca es responsable solo por existir. de hecho, en algún capítulo vemos situaciones tensas en las que su rabia explota por sentirse silenciada, o traicionada por el pensamiento racista de un amigo/conocido. Incluso por ella misma cuando se da cuenta que se compara casi en situación de igualdad con una antigua compañera de la universidad.

Sin embargo, creo que las conversaciones que entabla con personas desconocidas son las más interesantes porque no parte de una idea preconcebida de las respuestas del otro y los hace reflexionar. de una de ellas se extrae la idea más simple e importante del libro en mi opinión: la neutralidad a la raza o ceguera al color como una forma más de racismo. Se trata de la indiferencia o la falta de percepción que lleva a mucha gente a no plantearse la existencia de la desigualdad y por tanto del problema. Me ha recordado al “yo no soy machista, ni feminista” Lo que traslada es básicamente el conformismo con el contexto actual, el mantenerse al margen y como consecuencia, la reticencia a cambiar las cosas.

De todas formas, a lo largo del libro recopila poemas, fotos, tuits y citas de otros como forma de mostrar la dimensión y extensión del racismo. A destacar la explicación de las Shirley cards, el redlining, los datos demográficos de los trabajadores públicos (incluyendo la educación), la brecha económica racial, el auge del nacionalismo blanco, la soledad ética, la decoloración capilar, el blanqueamiento de la piel, etc.

A nivel personal pone en valor sus propias batallas del día a día, a nivel profesional, de su vida en pareja o la preocupación por el futuro de su hija. Pero si hay algo en lo que pone énfasis es lo poco productivo que resulta la lucha que la lleva a cuestionarse su objetivo a medio y largo plazo.

Así que se trata de una obra incómoda, que trata de centrarte en la raíz y solución del problema, que te lleva del racismo evidente al estructural, te lleva a pensar en lo que hacemos diariamente con nuestros privilegios con respecto a otros ciudadanos con los que convivimos y cómo nos dejamos llevar cómodamente por el contexto porque no solo no nos afecta, sino que es parte de nuestro beneficio personal. Quizás no nos identifiquemos tanto desde nuestra perspectiva europea pero vale la pena indagar, reflexionar y dejarnos remover.