Solo nosotros: Una conversación estadounidense

La figura y trabajo de Claudia Rankine era totalmente desconocida para mí hasta que descubrí este libro. Lo vi en la última edición de Masa Crítica de Babelio (junio 2022) y no pude evitar pedirlo. Ya sabéis que de vez en cuando suelo leer no ficción, es algo que me ayuda a desconectar y a aprender sobre diferentes aspectos, así que siempre que tengo una oportunidad cae alguno. En este caso, Claudia Rankine se centra en el racismo, un tema que lamentablemente nunca deja de ser de actualidad, y que la ha acompañado siempre siendo ella una ciudadana negra estadounidense. La autora, además, no solo lo ha vivido en sus carnes, sino que ha investigado sobre ello –prestando especial atención a la blanquitud– creando en 2017 el Racial Imaginary Institute. Así que quién mejor para hablarnos sobre racismo que ella, ¿verdad?

En Solo nosotros: una conversación estadounidense, la autora nos habla sobre sucesos que ha vivido durante su vida que le han hecho pensar y reflexionar sobre el racismo, el privilegio blanco y la negritud. A través de sus palabras narradas en primera persona y su cercanía, Rankine comparte su punto de vista y aprendizaje sobre el privilegio blanco y todo lo que ello conlleva, desde situaciones del día a día a las que se ha tenido que enfrentar, a microracismos que, a lo mejor, yo como persona blanca no podría identificar como tal. Son estos pequeños detalles, microracismos –especialmente hacia personas negras– y el lenguaje casi poético de la autora lo que, en definitiva, hace reflexionar al lector.

Sin embargo, no solo las experiencias de la autora tienen cabida en estas páginas, también hay tuits, cartas de amigos –tanto blancos como negros– y, en definitiva, material y situaciones reales de las que la autora se vale para explicar su punto de vista como persona negra. En este aspecto, hay una situación en concreto que me gustaría destacar porque me hizo apartar la lectura durante unos días –es un libro de no ficción, no sé si se puede considerar 'spoiler', pero, si lo consideráis así, pasad al siguiente párrafo–. Me refiero a una situación en la que la autora va con una amiga blanca a una obra de teatro con un elenco mayoritariamente negro y en el que en un momento dado se le pide al público blanco que suba al escenario. Su amiga no lo hace y Rankine se enfurece y no entiende qué motivos puede tener su amiga para no obedecer a lo que está pidiendo una persona negra. La autora se siente decepcionada, enfurecida e, incluso, se llega a replantear su amistad, a pesar de que sabe que su amiga está bastante concienciada sobre este tema. En este punto paré mi lectura. La razón: mi propio enfurecimiento. ¿Por qué esa defensiva? ¿Por qué no pensar que tu amiga tiene otros motivos –olvidando lo racial– para no subir a ese escenario? No obstante, la autora cuenta que tiempo más tarde abordan el tema y, gracias a una carta que su amiga escribe y que está recogida en este libro, llega a entender qué era lo que estaba pasando por la cabeza a su amiga: ¿debo sentirme culpable por ser blanca? ¿Tengo la obligación de subir a ese escenario y que me señalen por ser blanca? ¿Debo pedir perdón por ser blanca? Cuestiones, además, con las que la autora también reflexiona y con las que no he podido evitar sentirme identificada, porque, como persona blanca, he podido llegar a sentir cierta culpabilidad e incomodidad con ciertas afirmaciones de la autora que me han ayudado a reflexionar y ver ciertas situaciones a través de sus ojos. Y es que sí, cuando has vivido el racismo durante toda tu vida, cada mínimo detalle te puede hacer saltar.

Cabe destacar que esta edición de la editorial Eterna Cadencia –editorial que desconocía, por cierto– es una maravilla. La editorial es argentina, algo de lo que me percaté a los pocos minutos de haber empezado la lectura. No porque utilice un lenguaje muy específico –a excepción de algunas palabras, este hecho casi pasa desapercibido–, pero sí que notaba que algo no iba bien con la gramática en ciertas ocasiones –no creo que sea perceptible por todos, pero mi vena filóloga salió a flote– lo que hizo que fuera a buscar inmediamente quién había estado a cargo de la edición. Obviamente, una vez supe el motivo, me relajé y seguí adelante con la lectura sin ningún problema, pero este hecho también me hizo reflexionar sobre “el privilegio” de aquellos que vivimos en España, lo raro que me había resultado la lectura y lo cómodos que estamos nosotros. Porque sí, todos hablamos español, todos nos entendemos a grandes rasgos, pero también cada país tiene sus peculiaridades tanto gramaticales como de vocabulario. Los que vivís en latinoamérica, ¿sentís esas diferencias cuando leéis libros traducidos en España o simplemente ya estáis acostumbrados? En mi caso, parece que toca abrir horizontes y leer más libros editados en latinoamérica. Volviendo a la edición… Casi la totalidad de la obra está impresa en las páginas derechas mientras que las anotaciones, verificaciones de hechos e imágenes a todo color protagonizan las izquierdas. Desconozco cómo es la edición original, seguramente compartan muchas similitudes, pero, sin duda, leer este libro en papel ha sido toda una experiencia. He de decir que al principio me costó habituarme, ya que no entendía muy bien la dinámica ni hay nada que te lo explique, sin embargo también es bastante intuitiva, por lo que no presenta ningún impedimento destacable. Sin duda, mantendré en el punto de mira tanto a la autora como a esta editorial.

En definitiva, «Solo nosotros: una conversación estadounidense» de Claudia Rankine nos muestra desde un punto de vista cercano y reflexivo el cómo ha ido evolucinando la sociedad –en cuanto al racismo y al privilegio blanco– a través de situaciones que, de cierta forma, la han marcado a lo largo de los años. Un libro de no ficción muy necesario que te mete de lleno en la piel y mente de la autora.

Sobre la autora: Claudia Rankin es una poeta, ensayista y dramaturga nacida en Kingston, Jamaica, en 1947. Cuando era niña se trasladó con su familia a EEUU, donde reside desde entonces. Es autora de Don't let me be lonely y Ciudadana; y miembro de la Academia de Poetas Americanos desde 2013.

Solo nosotros es un ensayo que parte de experiencias propias y ajenas que ha ido recopilando para mostrarnos las distintas facetas del racismo vistas no solo desde su perspectiva, sino en ocasiones desde el propio interlocutor. En cada una nos da su visión propia, la reacción que le produce a nivel emocional y racional intentando ponerse del otro lado para racionalizar cómo ha llegado el individuo a esa conclusión.

Me han sorprendido muchas cosas de este libro. No ha sido cómodo de leer porque interpela a la responsabilidad colectiva del mantenimiento del racismo estructural, del que la población blanca es responsable solo por existir. de hecho, en algún capítulo vemos situaciones tensas en las que su rabia explota por sentirse silenciada, o traicionada por el pensamiento racista de un amigo/conocido. Incluso por ella misma cuando se da cuenta que se compara casi en situación de igualdad con una antigua compañera de la universidad.

Sin embargo, creo que las conversaciones que entabla con personas desconocidas son las más interesantes porque no parte de una idea preconcebida de las respuestas del otro y los hace reflexionar. de una de ellas se extrae la idea más simple e importante del libro en mi opinión: la neutralidad a la raza o ceguera al color como una forma más de racismo. Se trata de la indiferencia o la falta de percepción que lleva a mucha gente a no plantearse la existencia de la desigualdad y por tanto del problema. Me ha recordado al “yo no soy machista, ni feminista” Lo que traslada es básicamente el conformismo con el contexto actual, el mantenerse al margen y como consecuencia, la reticencia a cambiar las cosas.

De todas formas, a lo largo del libro recopila poemas, fotos, tuits y citas de otros como forma de mostrar la dimensión y extensión del racismo. A destacar la explicación de las Shirley cards, el redlining, los datos demográficos de los trabajadores públicos (incluyendo la educación), la brecha económica racial, el auge del nacionalismo blanco, la soledad ética, la decoloración capilar, el blanqueamiento de la piel, etc.

A nivel personal pone en valor sus propias batallas del día a día, a nivel profesional, de su vida en pareja o la preocupación por el futuro de su hija. Pero si hay algo en lo que pone énfasis es lo poco productivo que resulta la lucha que la lleva a cuestionarse su objetivo a medio y largo plazo.

Así que se trata de una obra incómoda, que trata de centrarte en la raíz y solución del problema, que te lleva del racismo evidente al estructural, te lleva a pensar en lo que hacemos diariamente con nuestros privilegios con respecto a otros ciudadanos con los que convivimos y cómo nos dejamos llevar cómodamente por el contexto porque no solo no nos afecta, sino que es parte de nuestro beneficio personal. Quizás no nos identifiquemos tanto desde nuestra perspectiva europea pero vale la pena indagar, reflexionar y dejarnos remover.

&#xNaNClaudia Rankine, profesora, poeta, ensaista e dramaturga naceu en Jamaica no ano 1947. Actualmente é docente de escritura creativa na Universidade de Nueva York.
En Solo nosotros, Rankine atravesa  espacios liminais, esos lugares onde estás sin estar nunca de todo; a escola, unha sala de teatro, un aeroporto, unha cea, unha consulta médica..nas que indaga sobre as consecuencias estruturais da supremacía blanca, o privilexio masculino blanco, así como a cultura da blanquitude. O resultado? unha obra persoal e por suposto política, a través das relacións interpersoais, de como nos relacionamos.
Porque cando falamos de estrutura ou sistema non estamos falando de nada abstracto, senon de persoas que ocupan lugares e fan cousas que acaban en actos racistas.

Coa audacia de  interpelarnos e invítarnos á reflexión conxunta, Claudia utiliza textos, estudos e investigacións, fotografías, tweets interreacionados entre o que ela pensa. A autora non soamente amosa a súa perspectiva, tamén realiza un xogo de roles para poder comprender a inactividade-pasividade, a indiferencia das persoas blancas. 
"La incomprensión por parte de la blanquitud de lo que es conocido es una inversión a ti a en no querer saber, si saber implica tomar en cuenta las vidas de la gente de color"


Nesta conversa, Rankine levoume a pensar de novo nese elefante na sala de estar, que lía fai uns días na obra de Dávila. Todo o mundo sabe que está ahí pero ninguén fala do tema. A supremacía blanca, a cultura da blanquitude tamén pasa como ese elefante na sala de estar.
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Eres consciente da túa blanquitude?
Sabes que tes privilexios?
Recoñeces a cultura da blanquitude como sistema de dominio?