Sin embargo, saber que se hallaba despierto no le aportó paz. Al contrario. En sueños, saltaba, corría y encontraba rincones donde esconderse. Despierto, no se podía mover. Su cuerpo no le respondía. Lo tenía preso
|
Sin embargo, saber que se hallaba despierto no le aportó paz. Al contrario. En sueños, saltaba, corría y encontraba rincones donde esconderse. Despierto, no se podía mover. Su cuerpo no le respondía. Lo tenía preso
|
Rut los observó. Toda aquella gente quería ver al último fichaje, una atracción de feria, la niña prodigio. Poco sabían de lo que había dejado atrás, el miedo que había pasado, sus amigos muertos y desaparecidos del campo de prisioneros.
|
Una oda de Friedrich Schiller se escucha al final de su última sinfonía cantada por un coro.