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La historia se divide en dos partes. La primera es la más breve. En ella conoceremos a Markus, el protagonista, un científico cuyo mayor deseo es encontrar la cura del cáncer. Es un personaje que entenderemos fácilmente por sus motivaciones y forma de pensar, además de su forma de actuar. Una poderosa empresa farmacéutica le ofrecerá un puesto para investigar la cura y lo logrará. El problema es que no saldrá según lo esperado: muchas personas sufrirán mutaciones que irán pasando de unos a otros. Entraremos en la segunda parte, donde el mundo ha cambiado y ahora el objetivo de nuestro protagonista será tratar de encontrar la solución a este creciente número de zombies. Me ha gustado mucho la perspectiva en la que nos mete el autor, no solo nos mantiene enganchados por las constantes cambios que sufre la trama; sino porque ahonda en lo avaricioso y cruel que puede llegar a ser el mundo farmacéutico. Nos ofrece una visión interna y explora dilemas morales y las actitudes que surgen a raíz de ellos. Es una historia que se centra más en los personajes que en la acción. Aunque habrá momentos de tensión (con acción) predomina más la búsqueda por parte del protagonista de enmendar ese error. Conoceremos personajes secundarios como su amigo Adam, cuya ambición generará conflictos con el personaje principal; o con Laia, perteneciente a un grupo de supervivientes que despertará algún sentimiento en Markus. Aunque alguno personajes me han parecido algo predecibles otros aportan mucha tensión y enriquecen la historia. La pluma del autor me ha parecido muy sencilla y rica en detalles, los justos para entenderlo todo y conocer el entorno. En pocas hojas te ves sumergida en la historia y culmina con un final que sorprende. Si buscáis una historia diferente dentro de este género puede ser una buena opción. |
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