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Lucilla, la única del duque del Castelguelfo vive recluída en palacio, soñando con su libertad. Sus amigos son las palomas de su ventana y su gentil maestro, quien le ha enseñado a leer y a pensar por sí misma. Sin embargo, su padre tiene otros planes para ella: casarla con un noble al que apenas conoce y que no tiene muchas luces. Una traición se está gestando en este lugar en plena Edad Media, donde viviremos las fiestas del lugar a lomos de caballos. Entre todo este trajín aparece Tosca de los bosques junto a su hermano, una joven muchacha huérfana que dedica su vida a labores que su hermano no ve con buenos ojos. En una de esas se tropieza con la hija del duque, con quien entabla una bonita amistad. La verdad es que la obra es muy breve, ocupando tan solo 48 páginas. Las situaciones transcurren y se resuelven muy rápido y te deja con ganas de saber más, de saber qué ocurre con Tosca, con Lucilla y con Castelguelfo. Las ilustraciones son una belleza. Los autores me parecen unos artistas. Sin duda seguiré leyendo las aventuras de Tosca aunque sea en italiano, su lengua original. |
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