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Empecé este thriller psicológico con muchas ganas, pero poco a poco se me fueron desinflando. Y es una auténtica pena porque la premisa era muy atractiva. Nos encontramos con Linda Conrad, una escritora de éxito que vive aislada del mundo en una casa de campo. Su mundo se reduce a ese espacio limitado, del que lleva más de 11 años sin salir. Al ser asesinada su hermana, Linda cayó en una especie de depresión que provocó su aislamiento. Ella fue la única testigo del asesinato y cada noche tiene pesadillas con el rostro del asesino de su hermana. Esta vida anodina que lleva, se pondrá patas arribas un día viendo las noticias, ya que verá al asesino. Será entonces cuando decida escribir una nueva novela en la que cuente lo que le ocurrió a su hermana. Es una historia de capítulos cortos, que se se lee super rápido y es amena, pero me ha provocado cero tensión. Desde el principio tenemos claro que solo hay dos opciones para el final, y que un thriller te cuente desde el minuto uno las dos posibles opciones y que, finalmente, sea una de las dos, pues es un bajón increíble y el suspense desaparece. Me esperaba algo mucho más interesante y menos obvio. Además, el clímax tampoco es tenso y completo. Es corto y ligero, y a penas te da tiempo de saborearlo. Una lástima, porque me esperaba mucho más. |
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