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Viajamos a 2017 donde conocemos a Cris en la primera página. Sola, en una casa de camping, sin memoria y con marcas en su cuerpo de las que ella no recuerda absolutamente nada. ¿Cuanto tiempo y quién la ha llevado en ese lugar? Las preguntas se agolpan en su cabeza hasta que descubre que ha sido obra de su hermano Daniel. Pero lo que no sospecha es que su vida será un misterio lleno de preguntas y que su misión es darles respuesta. Por otra parte nos situamos en 2001 donde conocemos a Zulema y Rhina, madre e hija que guardan un secreto tan grande que las hace vivir en constante alerta. Rhina no es una niña común, tiene un don especial con la naturaleza y que muchos intentarán destapar. Ambas historias se entrelazan cuando aparecen varios cadáveres con muertes en extrañas circunstancias a los que nadie puede dar explicación. He disfrutado mucho de esta lectura, con un ritmo ágil que me ha mantenido en tensión constante, pasando páginas con ganas de conocer el final y darle respuesta a tantas dudas. La forma de escribir de la autora me ha encantado, me ha resultado agradable y muy fluida. Las descripciones son perfectas tanto que ha sido muy fácil situarme en cada escenario. Con varios giros en la historia y siempre manteniendo la intriga. Sin duda recomiendo mucho esta lectura ya que aún siendo un libro extenso no se me ha hecho nada pesado. |
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