La maestra del jabón

Nos encontramos en esta ocasión ante una novela de narrativa desarrollada como si hubiese sido escrita perfectamente en el siglo XIX en que se desarrolla. "La maestra del jabón” no puede ser considerada una novela histórica al uso y Felipe R. se deja imbuir precisamente por todo ese costumbrismo de la Sevilla decimonónica. Cabe señalar que precisamente por esta manera de narrar los acontecimientos quizás no pueda tenerse como una novela ligera, pero está escrita con muchísimo gusto y una lectura atenta puede llegar a sacar más de una sonrisa. Por otra parte, si bien los años centrales en que se desarrolla la obra coinciden con la epidemia de cólera que pasó por la ciudad andaluza, el argumento principal es la vida de Sofía, siendo éste uno más de los hitos a lo largo de la misma.

En una sociedad dominada por los hombres, Sofía es una mujer que tiene claro que no sigue los dictados de éstos ni de lo que se supone que debe esperar por su humilde origen. Con un enigmático secreto familiar que se ha convertido en su maldición, tiene el objetivo de convertirse en una maestra del jabón que fabrique las más finas y aromáticas piezas de este producto tan preciado, especialmente en medio de la epidemia de cólera que afecta a la ciudad.

En primer término, hay que destacar que el autor nos retrata personajes pintorescos con sus hazañas casi caricaturescas que además se mezclan con sucesos históricos que jalonan la novela dándole ese punto de verosimilitud entre todo lo rocambolesco que también llega a ocurrir en el libro. En esta obra que trata de emular en cierto modo las novelas de la época con esa pluma densa de la que hace gala el escritor, hay que prestar especial atención entre tanta metáfora y retranca para discernir todos esos sucesos humorísticos que, una vez acostumbrados a las peculiares descripciones, pueden llegar a ser verdaderamente refrescantes en medio de una trama que pudiéramos calificar como trágica por los estragos de la enfermedad que trata.

Aunque esta no sea la nota dominante, los personajes también viven aventuras siempre en pos de la obsesión de Sofía que en ocasiones puede tornarse un tanto desagradable por las consecuencias de la misma. Bajo mi punto de vista, son especialmente destacables las que tienen lugar en alta mar; aunque realmente todos los contextos que describe el autor se nota que han sido debidamente documentados fruto de una exhaustiva labor de investigación histórica. En este sentido hay que reconocer que el escritor ha realizado un gran trabajo al conseguir aunar esta faceta más histórica con todo ese cúmulo de pasiones exaltadas y llevadas casi a lo ridículo, una parodia con escenas disparatadas, casi de sainete, que casan muy bien con el costumbrismo de la época.