Segundo libro de la saga de El cuarteto Smythe-Smith. Esta saga está marcada principalmente por el duelo entre Daniel y Hugh Prentice, vemos el momento en que Daniel se siente eufórico, en cuando acepta el duelo y como aun en estado de ebriedad suelta un tiro sin querer y le da directo en la pierna de Hugh, después de ir a la casa del herido, el padre de este le dice que lo va a mandar directo a la guillotina, para que así pague el precio por el daño echo a su hijo, y único heredero, razón por la cual Daniel tiene que huir del país, tiempo después Hugh lo encuentra y le dice que puede regresar ya que ha llegado a un acuerdo con su padre para que este deje de cazarlo. ¿Y qué pasa a su regreso? Ve a la mujer más hermosa tocando el piano junto a sus primas en esa desastrosa tarde musical y después mira a su hermana siendo besada por su mejor amigo. Después de arreglar el mal entendido de Marcus, Daniel se da a la tarea a investigar a aquella hermosa mujer, solo para descubrir que es la nueva institutriz de sus primas, así que comienza a visitarlas con más frecuencia, aquí contara con la ayuda de Sarah, quien entenderá inmediatamente sus intenciones y hará lo posible por dejarlos solos, pero en medio de todo esto Daniel siente que alguien está detrás de él y que su intención es asesinarlo, lo que no sabe es que Anne también oculta sus propios monstruos junto con un pasado un tanto tumultoso . Esta segunda parte me pareció más entretenido que la primera, además de que la autora hace un guiño a la saga de los Bridgerton, ya que se menciona a uno de los hermanos. Tiene más acción y suspenso, además de que va un poco más rápido que el libro pasado |