Un marido inventado

Uno de los cliches que se podrían utilizar en muchas películas es el de un dia despertar y haber perdido la memoria, pues Edward Rokesby, el segundo hijo de los Roskesby, un dia se levanta con un horrible dolor en todo el cuerpo, tendido en una cama de hospital, algo descuidada, junto a la que dicen es su esposa, de la cual el no recuerda absolutamente nada, exceptuando su apellido, Harcourt.
Cecilia Harcourt, hermana de Thomas, el mejor amigo que Edward hizo en la milicia, después de una seria de sucesos, la muerte de su padre, la llegada de un primo horrendo y la desaparición de su hermano Thom, llena de angustias decide partir al nuevo continente en busca del único pariente que ella aprecia, Thom, es aquí donde la historia de Edward y Cecilia se unen.
Thom era un simple soldado mientras que Edward era capitán, y con un apellido de renombre, las pistas sobre su hermano no la llevan a mucho hasta que decide decir una mentira para poder cuidar de Edward, a quien conocía por cartas enviadas de su hermano, es en este momento en que miente y dice que es la esposa de Edward para que le permitieran entrar al hospital y cuidarlo.
Lo que no esperaba Cecilia es que cuando Edward despertara tuviera lagunas mentales sobre lo que le paso meses antes de su desaparición, de esta forma Cecilia puede seguir con su mentira en lo que averigua un poco más sobre que le paso a su hermano, sin esperar que el trato entre ambos los lleve a sentir algo más.
La historia sencilla y bella nos va mostrando retazos del pasado, parte de las cartas y una convivencia entre ambos que van enamorando no solo a los protagonistas, sino también a los lectores.
La facilidad en que nos narran esta historia hace que sea rápidamente leída y comprendida