Es el segundo libro de los 4 de la serie de Los Rokesby y en este caso continuamos a finales del siglo XVIII y nos vamos a Nueva York en plena guerra de independencia. Me ha gustado mucho, una historia sencilla, sin emociones fuertes o sobresaltos, pero de las que apetecen de vez en cuando, se centra principalmente en Edward y Cecilia. Todo empieza entre ellos con una pequeña mentira y sus vidas cambiarán para siempre, ha sido una lectura bonita y tierna, llena de nuevos descubrimientos para ambos y donde se van acumulando inconvenientes hasta el final donde se descubre todo. En el principio de cada capítulo conocemos un poco más de la correspondencia que han mantenido entre ellos y el hermano de Cecilia, Thomas (que esta desaparecido) a lo largo del tiempo. Muchos diálogos, sentimientos, dudas y enfados hacen que te metas de lleno y no lo puedas soltar, vemos antes que ellos lo que sienten y lo bonito que ha sido desde el principio, antes de conocerse. Cecilia me ha parecido encantadora, muy valiente y decidida para algunas cosas y una cobarde para otras, un personaje muy real y Edward un hombre muy caballeroso y con un corazón de oro. Tiene sus toques de humor en algunas situaciones y también el toque justo de drama. El final es un poco cómico y de lo más gracioso, me ha parecido muy acertado y estoy deseando saber más de estos hermanos, en concreto de Andrew que es el siguiente. Lo recomiendo. |