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No suelo leer ciencia ficción, aunque de vez en cuando me llama. Eso me pasó al ver el título de este libro y su portada. Cuando leí la sinopsis ya no tuve ninguna duda de que necesitaba leerlo. Os cuento. Natalio, el protagonista, es un policía degradado a clase 5, lo peor de lo peor en este mundo futurista. Para colmo de males, se queda sin su electrocante, el robot que siempre le acompaña, y no le queda más remedio que hacerse con uno de segunda mano. Ambos, Natalio y su "tronco", se verán envueltos en una peligrosa misión que les arrastrará hacia el caos. Un thriller con tintes de ciencia ficción que me ha dejado con ganas de más. Me ha encantado ese robot con desperfectos que le hacen más humano, más cercano, en un mundo que se cae a pedazos, mientras la gente huye de la realidad cobijándose en...otras cosas... He disfrutado mucho en este mundo del futuro, maravillándome al comprobar que las cosas importantes no varían tanto y que siempre, a pesar de todo, quedará una esperanza. Se tratan temas importantes como la salud mental, el duelo, la corrupción de los poderosos y la pobreza de los más pequeños. Vamos, que en el fondo el futuro será igual que ahora salvando las distancias del tiempo. Y es que hay cosas que nunca cambian. Y ahora viene el pero. La novela es demasiado corta. ¿Habrá más aventuras de Natalio y compañía? Yo necesito un sí como una catedral de grande. |
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