Nadie sabe hacía donde vamos, quizá a un mundo de máquinas, quizá a un futuro de inteligencia artificial, tal vez a un sitio en el que no exista humanidad. Pero siempre existirán sentimientos. El último vestigio de las personas siempre serán los sentimientos. El último rastro. La última razón. En un futuro apocalíptico, donde el orden mundial está sumido en el caos, donde la lucha del poder y los disidentes está a punto de colapsar... En esos últimos días lo que viene a la mente de humanos y no humanos es la causa de su paso por el mundo, su legado. Con un fondo existencialista, esta novela bebe de Blade Runner, Matrix, Yo Robot, entre otras grandes obras, para ofrecernos una visión de un futuro posible. Y tal vez sea un aviso para virar de rumbo. Si estamos a tiempo. |